¡Luz, cámara, pinceles...!

¡LUZ, CAMARA, PINCELES...!

Este blog se fundamenta en la vinculación dinámica que existe entre el cine y la pintura.

La expresión pictórica crea su propia iluminación
La expresión cinematográfica se sustenta en la iluminación

La pintura crea su propio movimiento
La cinematografía plasma acciones y movimientos
El arte de pintar establece sus propios colores El arte de filmar reivindica el color Pinturas célebres han dado origen a obras de arte cinematográficas
Emblemáticos films han inmortalizado la obra de pintores ilustres


Está dedicado a aquellos cinéfilos interesados en esta correspondencia.


miércoles, 17 de octubre de 2012

La pintura de Vincent Van Gogh



Autorretrato
Vincent Van Gogh

                   Vincent Willem van Gogh nació el 30 de marzo de 1853 en Zundert, Países Bajos y murió el 29 de julio de 1890 en Auvers-sur-Oise, Francia. Es reconocido como uno de los principales pintores del postimpresionismo y del mundo. Muchos pintores del siglo XX se inspiraron en él, especialmente los expresionistas alemanes y los fauvistas como Derain, Vlaminck y Kees Van Dongen.


Procedimiento de trabajo

                La técnica que empleaba era diferente según el efecto que quería conseguir, cubría los planos con colores planos, mientras que en otros cuadros ponía pinceladas amplias y a veces perfilaba todo el dibujo con trazos gruesos. Otras veces, trabajaba con un pincel duro rayando todas las formas, según le interesara, acentuaba las líneas o el color. El trazo con movimiento rítmico lo repetía tanto en los dibujos como en las pinturas. Se cree que Van Gogh pintó más de un tercio de su producción en sus primeros trabajos. En 2008, un equipo de la Universidad Tecnológica de Delft y la Universidad de Amberes utilizó avanzadas técnicas de rayos X para crear una imagen de la cara de una mujer pintada anteriormente, por debajo de la obra Mancha de hierba.

Impresionismo


                  Su estadía en París (1886-1887), es la que le pone en contacto con los impresionistas que pretendían romper con el academicismo de la época, con el traslado a las pinturas de las impresiones de sus sentidos mediante la observación de la naturaleza. Su hermano Theo le presenta a Vincent los trabajos del impresionismo; este contacto produce una paleta más luminosa, donde el color jugaría un rol fundamental en el resto de su obra En París, conoció pintores como Henri de Toulouse-Lautrec y Paul Signac, descubrió una nueva percepción de la luz y el color, aprendió la división de las gamas claras y los tonos y mostró una simplificación a la vez que una mayor intensidad en el tratamiento de los colores. En esta época empezó a copiar láminas japonesas.

                Su hermano y él se instalaron en Montmartre y empezó a codearse con los artistas de la época que allí se reunían, creciendo como pintor y como ser humano. Conoció a Émile Bernard y a Henri de Toulouse-Lautrec, haciéndose gran amigo de ellos, así como a Paul Gauguin, Georges Pierre Seurat, Paul Signac, Armand Guillaumin, Camille Pissarro, Paul Cézanne. Van Gogh, como muchos pintores de la época, admiraba el arte japonés: Hokusai, Hiroshige, Utamaro, prueba de ello son las réplicas que realizó de grabados japoneses y algunas pinturas suyas que reproducen ese país a manera escenográfica. 

                 A las reproducciones procedentes del Japón se las llamaba japonaiserie. Dos de estas obras realizadas por Van Gogh fueron Ciruelo en flor y Puente bajo la lluvia, copias de obras de Hiroshige.De estas obras japonesas Van Gogh dejó escrito el siguiente comentario:

"Envidio a los japoneses por la increíble claridad de la que están impregnados todos sus trabajos. Nunca resultan aburridos ni hacen el efecto de haberlos realizado deprisa... Su estilo es tan sencillo como respirar. Son capaces de hacer una figura con solo unos pocos trazos seguros, que hace que parezca tan fácil como abrocharse el chaleco."

Pinturas inspiradas en el arte japonés:


 Melocotonero en flor (1888)


Ramas de almendro en flor

                                                                           




Fantasía japonesa: Ciruelo en flor

Pinturas Impresionistas:

Jarrón con margaritas y anémonas 






Postimpresionismo


               Van Gogh representó mejor el postimpresionismo (1885 - 1915) representando una vía divergente del impresionismo, donde los pintores hacen de la vida cotidiana su tema principal. Este término fue utilizado por primera vez en 1910 por Roger Eliot Fry; y surgió del título que dio a la exposición de la Grafton Gallery en Londres: «Manet y los postimpresionistas». Fue utilizada por artistas como Cézanne, Van Gogh y Seurat y también por otros artistas de la gran década impresionista como Matisse y Pierre Bonnard.


Expresionismo y fauvismo


                  Sus obras se destacan por el uso del color y la frenética técnica que contienen algunos trazos del expresionismo. Van Gogh y Gauguin tenían técnicas diferentes; Gauguin acostumbraba a pintar normalmente en el taller de memoria y Van Gogh necesitaba siempre copiar , fuesen paisajes o un modelo. Su temperamento exaltado quiso demostrarlo por la vía del color.


 
Noche estrellada
           Los inicios del expresionismo aparecen durante las dos últimas décadas del siglo XIX, en la obra de Van Gogh, La italiana (1887), y en la de Edvard Munch, El Grito (1893). Una tendencia a la que contribuiría Van Gogh, después de su llegada en 1888 a Arles, donde el choque de la luz del sur, le empuja a la conquista del color, con obras como La noche estrellada y Los Olivos de Saint-Rémy (1889). 

             Las pinturas del periodo de Sant Rémy de Provença, se caracterizan en general por remolinos y espirales. Desde la dramatización de las escenas de sus primeros trabajos, a la simplificación que caracterizó sus últimas obras, en las que Van Gogh ya anuncia el comienzo del expresionismo. Se tuvo que esperar al agosto de 1911, cuando el crítico de arte Wilhelm Worringer fue el primero en hablar del expresionismo.


Los Olivos de Saint-Rémy (1889)

                      En Alemania y Austria, expresionistas como Ernst Ludwig Kirchner, Erich Heckel, Wassily Kandinsky, Paul Klee, Gustav Klimt y Oskar Kokoschka aprendieron  la técnica de Van Gogh, del nerviosismo, la exageración de las líneas y colores que hacen que surja mejor la expresión de los sentimientos y las emociones. El color y el empaste en la proyección de la pintura de Van Gogh, se formalizó quince años más tarde con el surgimiento del fauvismo. Según Van Gogh: «En lugar de reproducir con exactitud lo que tengo delante de los ojos, prefiero servirme del color para expresarme con más fuerza».


Reconocimientos


                Octavi Mirbeau, historiador de arte, uno de los primeros en admirar a Van Gogh, para ofrecerle homenaje en el Salón de los Independientes en la exposición realizada en 1891 dejó escrito:

Aquí me encuentro en presencia de alguien grande, gran maestro, una persona que me perturba, me emociona, llama mi atención (...) Van Gogh poseía, de una manera poco frecuente, algo que diferencia un hombre de otro: estilo (...) es decir, afirmación de la personalidad

                 Desde el siglo XXI, el análisis del mensaje que se desprende de sus pinturas en positivo y alegre. Durante su breve dedicación artística Van Gogh consiguió el dominio técnico y una productividad que pocos artistas han conseguido. En todas sus obras consiguió fusionar las cualidades de sus predecesores neerlandeses, como la devoción a la naturaleza, con el uso del color y la técnica de la pintura francesa.
                 Su fama creció rápidamente después de su muerte, gracias a la promoción de la esposa de Theo que, aunque no tuvo una buena relación con Vincent, resultó ser la única heredera de toda su obra tras el fallecimiento de su esposo, ocurrido poco después del pintor. Ha de señalarse que a ella se debe una de las pocas ventas de Van Gogh en vida del artista. El mayor impulso de su obra vino especialmente después de una exposición de 71 de sus pinturas, en París el 17 de marzo de1901, 11 años después de su muerte.

                 Varias de las pinturas de Van Gogh están entre las pinturas más caras del mundo. El 30 de marzo de 1987 la pintura Lirios de Van Gogh fue vendida por un valor récord de $53,9 millones en "Sotheby's", Nueva York. Actualmente se conserva en el Getty Center de Los Ángeles. En 15 de mayo de 1990 su Retrato del Doctor Gachet fue vendido por $82,5 millones en Christie's, estableciendo así un nuevo precio récord.

Algunas de sus obras maravillosas


Frente al café nocturno


                                                                      Campo de girasoles

La habitación de Van Gogh en Arles

Noche estrellada en el Ródano


    
                               Cuervos

                                                                       
                                         Retrato del Dr. Gachet                                        
                                                                        Autorretrato

                             La siesta
    


lunes, 15 de octubre de 2012

Filmografía sobre Vincent Van Gogh

por Inmaculada Vico López


Las biografías cinematográficas sobre artistas constituyen por sí mismas un género, aunque bastante desiguales en su calidad y planteamiento. Se busca en todas ellas un desarrollo fundamentalmente dramático para captar la atención y el interés del público.
Y en este sentido, la vida y la obra del pintor holandés Vincent Van Gogh (1853-1890) tiene un gran atractivo: tanto por su genialidad pictórica, incomprendida en su momento, como por ser considerado como un pintor maldito; unido todo ello a  la dureza de su trayectoria vital y diferentes  episodios dramáticos derivados de su desequilibrio psíquico; además existe un valor documental añadido por el  rico archivo epistolar del artista, y que constituye un detallado testimonio de su vida y concepción artística.
Moisés Bazán de Huerta en Vincent Van Goh y el cine recopila la filmografía realizada en torno a la figura del pintor clasificándolas en películas dramatizadas o de ficción, y documentales.
La primera biografía dramatizada de Van Gogh es Lust for life ( El loco del pelo rojo), dirigida por  Vincente Minnelli en 1956,a partir de un guión de Norman Corwin basado en la novela de Irving Stone. Gran amante de la pintura, Minnelli utilizó numerosos recursos para aproximarse visualmente a la obra del artista, por ello los aspectos biográficos y artísticos en la película son inseparables.
La historia se inicia en 1878, y  por tanto omite episodios de la juventud del artista. La película refleja el proceso evolutivo desde los primeros momentos de autoaprendizaje y  esfuerzo del pintor por dominar la técnica hasta el desarrollo de un estilo propio. Se apuntan también sus contactos con la vanguardia parisina, centrándose  en su relación Gauguin. Los diálogos sobre arte entre ambos responden a una cierta voluntad didáctica.
Destaca la gran labor de sus protagonistas, Kirk Douglas en su intensa y atormentada interpretación del pintor, y Anthony Quinn encarnando a un Gauguin lleno de contrastes, jactancioso y pendenciero a la par que metódico en sus hábitos y su trabajo pictórico.
La presencia de Théo es relevante en los momentos de mayor dificultad, otorgándosele siempre un papel comprensivo y protector.
Los comentarios en off  de Van Gogh, están basados en las cartas del pintor a su hermano, que subrayan o describen escenas.
Los dibujos y cuadros se integran continuamente en la acción dramática y la puesta en escena. Se representan diversos cuadros vivientes, Los comedores de patatas ,La habitación de Arles y Café nocturno, donde los personajes deambulan por la escena e incluso Van Gogh forma parte de la misma; en El Puente de L’anglois o el Retrato del Dr. Gachet, se muestra en el mismo plano el modelo real y el artista pintando el cuadro.
Vida y muerte de Vincent Van Gogh, rodada en 1987 por el director australiano Paul Cox.
Es una obra de autor, concebida para su exhibición cinematográfica. Es una película atípica, sin diálogos ni desarrollo dramático; prácticamente tampoco hay actores, salvo en la recreación visual de algunos personajes y ambientes inspirados por cuadros del pintor. Esta arriesgada apuesta combina imágenes, música (Vivaldi y Rossini) y narración, dejando que sea el propio pintor quien conduzca el relato con sus palabras, basándose en las cartas dirigidas a su hermano Theo.
El episodio Los cuervos, quinto de los ocho fragmentos que conforman Los sueños de Akira Kurosawa, una coproducción japonesa y norteamericana de 1990, de diez minutos de duración. 
Un joven pintor japonés, quizás representando al propio Kurosawa, observa diversos cuadros de Van Gogh en un museo o galería, hasta que al situarse frente al Puente de L’anglois con lavanderas, penetra en el mismo y accede al paisaje real representado en la pintura.
Destaca la manipulación a que se somete la naturaleza, ya que el puente, las casas, un carro e incluso la vegetación presentan retoques cromáticos para intentar reproducir visualmente los colores de Van Gogh, haciendo evidente cómo el artista transformaba el paisaje natural con su paleta.
Utiliza un recurso visual, auxiliada por medios electrónicos lumínicos que producen un efecto de relieve y tridimensionalidad, ayudado por el cambio de escala y la proyección de la sombra del personaje. Algunos motivos fueron trazados por el propio Kurosawa a partir de los originales del holandés, rememorando así su afición juvenil por la pintura.
Fruto de la falta de interés en proyectar la verosimilitud histórica o cronológica del relato, Kurosawa se toma ciertas licencias espacio-temporales. Por ello, los cuadros escogidos pertenecen indistintamente a los periodos de Arles, Saint-Rémy y Auvers, combinados con total libertad y con la peculiaridad de eliminar en ellos las figuras humanas.
Coincidiendo con el centenario de la muerte de Van Gogh, una coproducción entre Francia, Holanda, Inglaterra, Alemania e Italia propicia que Robert Altman realice en 1990 Vincent y Théo, con guión de Julian Mitchell.
La película se inicia con imágenes reales de la millonaria subasta de Los girasoles, en oposición irónica a la extrema pobreza de Vincent en Bélgica.
 Uno de los elementos más significativos de la película reside en centrar la trama  no sólo en Vincent, sino en Theo, compartiendo de esta forma protagonismo con su hermano. Theo, no es sólo el protector y receptor de la correspondencia del   pintor sino que adquiere entidad propia, y aunque su vida sea menos apasionante que la de Vincent, permite descubrir aspectos menos conocidos para el gran público. Contrasta con Vincent en lo cuidado de su aspecto y su integración en el mundo burgués. Pero su trayectoria tampoco es fácil y está marcada por cierta rebeldía, en su sincera apuesta como marchante de los nuevos pintores, y su empeño desmoralizante ante la incomprensión del público al que se dirige («vendo muchos cuadros que no me gustan y pocos de los que me gustan mucho»).Defiende el arte de Vincent, lo justifica, y sufre tanto como él por no poder dar salida a su obra. La película finaliza con un plano de las lápidas gemelas de ambos hermanos en el cementerio de Auvers .
 Hay que destacar la excelente interpretación de sus actores protagonistas, tanto Tim Roth (Vincent) como Paul Rhys (Theo), ambos logran unos personajes creíbles. La vida de los hermanos se refleja en un montaje en paralelo, que muestra alternativamente la trayectoria vital de ambos y además explota dramáticamente sus encuentros.
Van Gogh, escrita y dirigida por el francés Maurice Pialat, fue presentada en 1991 en el festival de Cannes.
Su planteamiento sorprende, al no elaborar una reconstrucción biográfica completa, centrandose únicamente en los dos últimos meses de la vida del artista, con su llegada a Auvers-sur-Oise bajo la supervisión del Doctor Gachet. Al ignorar su trayectoria anterior, el director renuncia a  claves fundamentales para comprender a Vicent Van Gogh.
No se trata de  una película sobre el hecho pictórico, sino un film estrictamente existencial, al acercarse al ser humano, intentando desmitificar al personaje.
Pero no por ello elude detalles de carácter pictórico como cuando la cámara sigue el recorrido de un pincel sobre un lienzo de intenso azul. Vincent diría en una carta a su hermano, “Continuamente estoy en búsqueda del azul.”
Además,  las escenas en las que Van Gogh aparece pintando están resueltas con energía y se refleja algún aspecto técnico: el uso de la espátula, la técnica del junco afilado, la importancia del gesto…..