LOS SUEÑOS DE AKIRA KUROSAWA:
CUERVOS
(AKIRA KUROSAWA´S DREAMS: CROWS, 1990)
¿Por qué
no estás pintando? Para mí este paisaje es increíble. Los paisajes que parecen
un cuadro no llegan a cuadros. Si miras con atención, toda la naturaleza tiene
su belleza. Cuando aparece esa belleza natural me pierdo en ella. Y luego como
en un sueño el paisaje se pinta así mismo para mí. Sí..., consumo este paisaje
natural, lo devoro entero, completamente. Y luego, cuando acabo, el cuadro
aparece completamente ante mí. ¡Pero es tan difícil mantenerlo adentro!.
(Fragmento de Los sueños de Akira
Kurosawa: Cuervos)
Cuervos es otro de los cortos de 10
minutos que integran la sensacional Los sueños de Akira Kurosawa (1.990). Si en
el corto "El pueblo de los molinos de agua", perteneciente a la
misma cinta, Kurosawa ponía en tela de juicio la llegada imparable e inevitable
de la nueva sociedad tecnológica. En Cuervos nos relata sobre varios
temas que tanto para el director como para el pintor eran sus inquietudes: la estética, la
belleza presente en la naturaleza, y la relación inseparable que existía entre
el artista, la naturaleza y el tiempo.
En este
corto, se puede apreciar a un joven artista japonés, provisto de unos lienzos. La
escena se inicia en una galería de arte, en la cual, el joven contempla algunos de los cuadros más famosos y
reconocidos de Vincent Van Gogh. De manera parecida a como sucede en el
fantástico cuento de Alicia de Lewis Carroll, el joven artista se interna mágicamente
en uno de los cuadros de Van Gogh, y concretamente en el que lleva por título El
puente de Langlois en Arles.
Desde dentro del cuadro, desde ese universo recién abierto, desde dentro
de la pintura de Van Gogh, el joven artista dirige sus pasos en busca del
encuentro personal con el artista admirado. Acompañado del preludio en re bemol mayor nº 15 de Federic
Chopín, y guiado por quienes le tachan de loco, finalmente lo encuentra en
medio de un hermoso campo de heno dorado por un sol brillante, majestuoso,
brutal. El director estadounidense, Martin Scorsese, es quien encarna de manera excelente al
pintor holandés.
Vemos a
un Van Gogh obsesionado con la belleza, la busca con pasión, con ansiedad, con preocupación
interior, y de esta forma lo advertimos que mira alterado para un lado y para
el otro, con un bloc de dibujo entre las
manos, como alguien que desea mediar con la naturaleza, asimilarla, para plasmar con el dibujo, para anotar,
antes de que se vaya el sol, una belleza tan profunda que haga campo al campo,
sol al sol, o trigo al trigo, en la misma superficie de su lienzo. Van
Gogh está obsesionado con el gozo y la fascinación de la esencia de cada cosa
que lo rodea, y que esa belleza natural pueda ser comprendida esencialmente por
cada ser humano.
Se dice
que el cuadro “Campo de trigo con cuervos”
lo pintó dos días antes de darse un disparo en el pecho. Dios sabe si ese
cuadro se haya concluido. Pero lo evidente es la carga simbólica que presenta:
un hermoso campo de trigo y unos cuervos como reminiscencia suprema de la
muerte.
El
muchacho japonés se enfrenta a todo esto cada vez que mira uno de esos cuadros.
Porque la mirada en el cuadro no se consuma en la delectación banal, sino que,
al contrario, ha de trascender en la comprensión de toda la vida o la muerte,
todo el drama, toda la pasión que en cada pincelada puso el artista al iluminar
y crear la obra.
Vincent
Van Gogh es uno de los más grandes pintores de la historia del arte, un artista
auténtico y ajeno a las modas parisinas, a las reuniones en las cafeterías, a
los contactos interesados y al interés económico, vanidoso y profesional que sí
se daban por parte de sus compañeros de profesión en el centro neurálgico del
arte de aquellos tiempos: París. Por eso todo lo que tiene este corto de
estimación y valoración del arte de Van Gogh y de su personalidad artística, de
su entrega fidedigna, pura, desinteresada y transparente a la belleza es lo que
tiene también de consideración hacia el verdadero arte y hacia los verdaderos
artistas. Aquellos que para ser no necesitan ningún tipo de reconocimiento,
sino ser ellos mismos, con su pasión, su autenticidad, y su calidad humana. Con
la búsqueda constante de transmitir la esencia de las cosas y su
resignificación en cada amante del arte.
Realicé mi Tesis Doctoral sobre “Los sueños de Akira Kurosawa”. El trabajo está, en su mayoría, inédito, pero sí he ido reflexionando sobre esta gran obra en mi blog. También he publicado un pequeño libro sobre la filmografía de Akira Kurosawa. Os dejo este link por si os interesa. Un saludo cordial desde Sevilla.
ResponderEliminarhttp://www.candelavizcaino.com/2011/11/vicent-van-gogh-visto-traves-de.html
no se puede ingresar si autorización. No encuentro la suscripción. gracias
Eliminargracias Candela por compartir tu trabajo!, desd coquimbo Chile
ResponderEliminarSoy Noemí de Argentina. Me encantó el paralelismo que realizaste entre dos grandes del arte. Besos
ResponderEliminarsos todos trlo vayanse chauu
ResponderEliminarHermoso el video. Te transporta.
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