Amigos, encontramos un dato interesante y queremos compartirlo con Uds.
La historia del cine registra, desde sus comienzos, producciones cinematográficas relacionadas con el arte de la pintura.
Como ejemplo, presentamos esta “perlita” del cine mudo realizada en los albores de la Radiofonía y en el final de la Primera Guerra Mundial.
"EL PINTOR DEL DRAGON" (1919)
de William Worthington
Tatsu es un pintor algo delirante que vive en el desierto. Pasa sus días pintando únicamente la imagen de su amada, una princesa que el cree se ha convertido en un dragón.
Sus maravillosos trabajos son advertidos por un sirviente de Kano Indara, un anciano maestro de la pintura que no tiene heredero o discípulo a quien transmitir sus habilidades.
El sirviente lleva, entonces, a Tatsu con el maestro haciendole creer que Indara puede ayudarlo a encontrar a su princesa, a cambio de permitir que el viejo maestro le transmita sus conocimientos.
Una vez allí, Tatsu es inducido a creer que Ume Ko, la hija de Indara, es la princesa. Tatsu, convencido, promete quedarse, pero ha encontrado a su amor y ya no tiene la inspiración de pintar.
Ume Ko urde un engaño: finge suicidarse para que Tatsu pueda recuperar la inspiración a través del dolor. De esta manera, Tatsu aprende que “el amor debe ser esclavo del arte”. (imdb.com)
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